sábado, 2 de noviembre de 2013

Primer escrito de Karl Marx: Consideraciones de un joven sobre la elección de un oficio




Ayer, paseando por el centro, habían tiendas abiertas aunque era festivo, encontré un libro en una tienda de segunda mano: "Teoría de la Orientación Profesional" de Pierre Naville un intelectual y sociólogo francés  de la editorial: Alianza Editorial, del año 1972, me pareció curioso, yo nací en el 1973. En él he encontrado un escrito de Karl Marx, que fue su primer escrito que se titula precisamente: "La elección de una profesión" que me ha parecido interesante. 
Voy a incluir en esta entrada frases, trozos, que me han gustado:

" El primer deber de un adolescente que abraza una carrera y que se niega a abandonar sus intereses fundamentales al simple juego del azar consiste en entregarse a serias reflexiones sobre dicha elección.
Cada uno tiene un objetivo que le parece grande, que lo es por otra parte, a poco que refleje la íntima voz del corazón, pues jamás la divinidad priva de toda su asistencia a la criatura terrestre; la divinidad habla en voz baja, pero firme. En cualquier caso, qué fácil de acallar es esta voz. Lo que juzgamos como un entusiasmo, puede ser el efecto de un momento que otro momento puede destruir. Nuestra imaginación cautivada, nuestros sentimientos estimulados, nos hacen entrever quimeras; con todo nuestro ardor nos lanzamos hacia el objetivo que, según creemos, la divinidad mínima nos indica; pero lo que abrazamos con todas nuestras fuerzas no tarda mucho tiempo en rechazarnos y vemos entonces cómo toda nuestra existencia se derrumba".

" La función en cuyo desempeño podríamos brillar no es forzosamente aquella a la que estamos destinados; tampoco es esta última la que jamás nos cansará, la que nunca verá debilitarse nuestro celo ni menguar nuestro entusiasmo a lo largo de los muchos años durante los que quizá tengamos que desempeñarla; muy pronto nuestros deseos quedaran insatisfechos, renegaremos de los dioses y maldeciremos a los hombres".

"Sin embargo, si escogemos un estado para el cual nos falta talento nunca seremos capaces de desempeñarlo con toda dignidad; pronto, mortificados por nuestra incapacidad, nos sentiremos inútiles en el mundo, como un eslabón social inadaptado a su destino. ¿Hay algo más doloroso que el desprecio de uno mismo que ello resultará inevitablemente? ¿Qué compensación podrá ofrecer el mundo exterior a semejante sentimiento? El desprecio de uno mismo es una serpiente que nos mina el c.orazón durante toda nuestra vida, que chupa nuestra savia vital para mezclar en ella el veneno de la desesperación y la misantropía"

"Al escoger la profesión que nos permita contribuir de la mejor manera posible al bien de la humanidad, ningún fardo será lo bastante pesado como para agobiarnos, pues no será más que un sacrificio hecho por todos; en lugar de una alegría restringida, mediocre y egoísta, gozaremos de una felicidad que pertenecerá a millones de seres, nuestras acciones se perpetuarán en el silencio a causa de su efecto permanente y hombres de generoso corazón vendrán a humedecer nuestras cenizas con sus ardientes lágrimas."

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